Todos sabíamos que Alemania haría un buen papel en el mundial, pero nadie se imaginó una derrota contra Serbia. Olvidé que se estaba jugando la Copa del Mundo. Como todos, a excepción de los serbios, apostaba por el mundialista Alemania. La gran raza aria la cual todos siempre han creído luchadora, pero así es el fútbol. Eso es lo interesante de este deporte, aunque poco a poco se vaya convirtiendo en un negocio y se pierda identidad, todavía se puede disfrutar algo.
Y es eso en lo que siempre me he basado, en la identidad, no hablemos de clubes sino de algo extremadamente más importante, tu país. Puedes tener a los mejores jugadores en tu equipo, pero si no sienten esa identidad, si no sienten que tienen que morir con tal de ganar; no van a lograrlo. No es simplemente un deporte, es también una manifestación cultural.
Primero pienso en la historia y me parece difícil de creer que un país tan guerrero, un país tan orgulloso de su raza tenga a más de tres nacionalizados en su equipo. Hablo de la época de Bismarck porque luego llego al tema “Hitler”. Pasaba días sin dormir lamentándose que Alemania firme el Tratado de Versalles con Los Aliados por el fin de la Primera Guerra Mundial, esto hizo que Adolf Hitler creara el partido nazi e intente la hegemonía de Alemania sobre Europa y es así como estalló la Segunda Guerra Mundial. Un gran estratega, que prefería la muerte antes de la humillación. Algo extraño ya que Adolf Hitler era de origen austríaco. Entonces pienso por qué no intentó llevar a su verdadero país a la cima, por qué no intentó con Austria todo lo que hizo con Alemania. Era el Imperio Austro-húngaro, por el tema de la realeza no hubiera podido llegar a ser conocido e importante fácilmente, Alemania ya era una república, pero sigo basándome en que debió dar algo más por su verdadero país.
Serbia, un país que ha sido controlado por potencias. La han unido y desunido desde la Primera Guerra Mundial. Ahora debuta en el Mundial por primera vez como República de Serbia, recordemos que hasta junio del 2006 era un solo país junto a Montenegro (Serbia y Montenegro), a pesar de funcionar siempre como dos repúblicas diferentes políticamente eran un país. Fui un poco distraída y no me percaté el buen equipo que conforma Serbia y claro que merecieron el triunfo. Un claro ejemplo de identidad, un clarísimo ejemplo de amor a tu país fue el gol de Serbia ante Alemania (Milan Jovanovic), un buen gol. Los serbios estaban seguros de su victoria y otro claro ejemplo fue la atajada del golero cuando el árbitro cobró la pena máxima a favor de Alemania. Serbia ganó con garra.
Triunfó una nación
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